El maíz, el viento y la risa: un día de contemplación y asombro en el FITC Zacatecas 2025

  • Compañías nacionales y estatales se entrelazaron en una jornada que exaltó el poder del arte para transformar los espacios con sus representaciones

Zacatecas, Zac., 13 de octubre de 2025.- Marcado por la diversidad escénica, la reflexión poética y la comunión con el espacio público estuvo el tercer día de actividades del Festival Internacional de Teatro de Calle Zacatecas 2025, con actividades formativas y escénicas.

Bajo la coordinación y organización del Gobierno del Estado, a través del Instituto Zacatecano de Cultura (IZC) “Ramón López Velarde”, el festival comenzó su jornada a temprana hora, con el Taller de exploración inspirado en la pieza “Perro de fuego y rata de agua”, impartido por Benoît Lachambre, de Canadá, y Ricardo Rubio, de México, en el Centro Estatal de las Artes. 

Dirigido a estudiantes, maestros e investigadores de las artes escénicas, este encuentro académico abrió un espacio para experimentar con el cuerpo, como territorio expresivo y sensible, y en sintonía con la esencia del festival, llevar el teatro a todas sus dimensiones posibles.

Por la tarde, en la Plazuela Miguel Auza, la compañía Armadilla AnimaL, originaria de Jalisco, presentó a las y los zacatecanos “Pasaje Maíz”, una intervención callejera con títeres de gran formato, elaborados con carrizo, paja y papel hecho a mano, materiales vegetales que a su vez evocaron el vínculo entre la tierra y la creación artística. 

Con una estética de fragilidad y ligereza, los personajes recorrieron el espacio zacatecano en un acto ritual sin palabras, donde cada movimiento pareció brotar del viento y del polvo del camino, en una propuesta de pasaje contemplativo, de la que las y los asistentes fueron partícipes de la inspiración y la metáfora escénica del cultivo del maíz, la vida, la muerte y el renacer.

La jornada continuó en la Plazuela Goitia con “Ciudad Nube”, coproducción de Tierra de Fuego Teatro y Patáfora Teatro, una fábula contemporánea que conquistó a niñas, niños y familias por igual, con la historia de Semíramis, una joven que emprende un viaje hacia la cima de la montaña en busca del sabio Xu para recuperar el cielo de su pueblo; se desplegó entre música, juego y humor. 

Más tarde, la compañía zacatecana Parvada Teatro presentó “Del ombligo de Coatlicue”, un montaje itinerante que inició en el Jardín Juárez y concluyó en la Plaza Bicentenario. Cuatro mujeres atravesaron un bosque simbólico, donde el tiempo se disolvía, al ser guiadas por la fuerza ancestral de Coatlicue Tonantzin, deidad madre de la tierra.

Con un lenguaje ritual y corporal, la obra ofreció una experiencia escénica espiritual, que entretejió la memoria, la identidad y la cosmovisión femenina; la pieza fue acompañada por el público, en un tránsito de ritmo y canto, con una propuesta que reivindicó el poder femenino y, al mismo tiempo, la necesidad de reconciliarnos con nuestras raíces prehispánicas.

En otro contexto, la compañía Guía Nocturna trajo al festival “Bufones errantes”. Fundada en Zacatecas hace más de dos décadas y actualmente dirigida por André Robles, la Compañía presentó una propuesta itinerante que combinó el teatro del bufón con música en vivo para trasformar las calles en un carnaval grotesco y divertido. 

El día de actividades cerró con la presentación de Carretoneros, de la compañía zacatecana DementeNmente Teatro, un homenaje al teatro ambulante y a la tradición de los cómicos trashumantes que, sobre una carreta, recordó a Tespis, el primer actor viajero, con un grupo de artistas que interpretó, con humor y agudeza, fragmentos de clásicos universales como Las aves de Aristófanes, Don Gil de las calzas verdes de Tirso de Molina y Madre Coraje y sus hijos de Bertolt Brecht.

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