Danza, memoria y raíz, dos miradas femeninas en la Muestra Estatal de Teatro Zacatecas 2025
- Con las puestas en escena “Niña Roja”, de Mezquite Teatro Colectivo, y “MAZ: Que un recuerdo colectivo”, de El Mezquital
Zacatecas, Zac., 11 de noviembre de 2025.- El Teatro “Ramón López Velarde” abrió su escenario, este miércoles, a dos propuestas que, desde distintas estéticas y sensibilidades, pusieron en el centro la memoria, el cuerpo y la identidad colectiva con las obras: “Niña Roja”, de Mezquite Teatro Colectivo, que tuvo la dirección de Gala Guerrero, y “MAZ: Que un recuerdo colectivo”, de El Mezquital, bajo la dirección de Omar Méndez.
El tercer día de actividades de esta muestra, organizada por el Gobierno de Zacatecas, a través del Instituto Zacatecano de Cultura (IZC) “Ramón López Velarde”, en el marco del Año del Bienestar, trajo al escenario una poética que combinó danza, teatro y símbolo, con “Niña Roja”, dirigida por Gala Guerrero.
La puesta escénica invitó al público a reconectar con el poder del cuerpo femenino desde su primer despertar: la menarquia. A través del personaje de Zulia, interpretada por Nayeli Rivera, la obra acompaña el tránsito de una niña hacia su ciclo vital, guiada por La Loba, figura mítica que encarna la intuición y la fuerza interior.
En escena, los tabúes heredados y la sabiduría ancestral se entrelazaron en un rito de iniciación donde menstruar es también crear, sanar y nombrarse. El trabajo de Mezquite Teatro Colectivo se ha distinguido por su enfoque hacia la primera infancia y su compromiso con el arte como espacio de cuidado y diálogo.
Desde su fundación en 2017, la agrupación zacatecana ha construido un lenguaje escénico contemporáneo que se ha dedicado a promover la cultura de paz y el derecho de niños y niñas a participar en experiencias artísticas significativas.
Por su parte, “MAZ: Que un recuerdo colectivo El Mezquital”, bajo la dirección artística de Omar Méndez, exploró la memoria como territorio compartido. A través de una narrativa cargada de atmósferas sonoras, la voz a capella de Gloria Sánchez, interpretando canciones de Consuelo Velázquez, se convirtió en hilo conductor de un recorrido vital donde lo íntimo se volvió colectivo.
Cada escena, en esta obra, evocó un fragmento de historia y emoción que habita en la comunidad, en la tierra y en los ecos de lo que somos. Ambas obras dialogaron desde lo femenino, lo simbólico y lo afectivo, con una propuesta teatral que no sólo fue contemplada, sino que se sintió y se recordó, en el marco de esta edición de la Muestra Estatal de Teatro, en la que el arte escénico se reafirma como un espacio para la transformación y la memoria compartida.
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